Esta historia es una historia de valentía, de superación y de progreso. Y es una historia de amor.
La tribu samburu, prima hermana de la masai, habita en las áridas tierras del norte de Kenia. A diferencia de los masai no ha tenido tanto contacto con el turista por lo que es mucho más pobre y de costumbres más arraigadas. Es una tribu nómada que vive del pastoreo, bien mas preciado, y las niñas desde muy pequeñas ayudan a sus madres en los duros quehaceres domésticos, cuidados de sus hermanos, ir a por agua caminando 2 o 3 horas, ir a por leña al bosque, ordeñar el ganado etc. La gran mayoría no van a la escuela y son casadas muy jóvenes con hombres que les duplican o triplican la edad y que en muchas ocasiones ya tienen una o dos esposas. Todo ello, pasando antes por el terrible trago de la mutilación genital femenina que aunque prohibida por el gobierno de Kenia, todavía se practica.
La llegada de las misioneras de Sta. Teresita ha cambiado mucho las cosas, estas hermanas que aprenden su lengua van inculcándoles poco a poco lo importante que es la educación, tienen uno de los preescolares mejores de Africa y a ese preescolar acudió la protagonista de nuestra historia. Pamela.
Pamela nació un diciembre de 1986, segunda hija de 7 niñas fue una estudiante que por falta de recursos económicos no tenía esperanzas de continuar sus estudios iba a correr la suerte de tantas mujeres Samburu, casarse con un hombre mayor probablemente ser la segunda o tercera esposa. Su marido pagaría por ella ganado lo que ayudaría mucho a la familia de Pamela con pocos recursos.
Un joven que mas tarde sería su esposo, acude a la misión a pedir ayuda para Pamela. Ambos jóvenes tenían grandes deseos de estudiar y darle otra cara a la realidad Samburu, ella encontró apoyo en la misión para continuar su secundaria y se graduó con muy buenas notas pero ¿de qué vivirá? ¿Cómo podrá mantenerse? Pamela se casó en el 2007 con el joven que tanto le apoyó y tuvieron una hija.